Behavioral Economics. El tarot del CX.
Bien es sabido que a la hora de “vender” cualquier cosa, lo mejor es ponerle un nombre a la inglesa ya que por lo que sea, nos suena mejor. ¿Escuchamos una canción de los “Backstreet Boys feat Amy Winehouse”, o mejor a “Los Chicos del Callejón con Amelia Bodegas”? Decidan ustedes.
Lo mismo pasa con Behavioral Economics o BECO para los amigos, lo que vendría siendo la clásica psicología aplicada a la economía del comportamiento. Desde luego este último, un nombre muy poco “cool”.
¿Será un sesgo el que las cosas nos suenen más relevantes y mejores en inglés? Ya tardamos en hacer una tarjetón añadiendo dicho comportamiento a nuestra baraja.
Y es que, quien más o quien menos, si forma parte del gremio CX / Marketing, ha oído hablar o ha visto alguna vez las tarjetas describiendo distintos tipos de sesgos, perdón, “biases”.
Hoy día existen cursos, másters, seminarios… aleccionando a la gente en esta materia; e incluso se conforman departamentos exclusivos para BECO, como si de una ciencia oculta se tratase. Un auténtico tarot moderno, para decidir el futuro de productos, campañas, estrategias… y hasta de lo que vas a cenar esta noche si te apuras.
ERROR.
Es cierto que BECO y su aplicación puede ser más que útil para mejorar la arquitectura de la toma de decisiones, eso nadie lo niega. No obstante, debiese ser una disciplina perpendicular e integrada en los departamentos de investigación y diseño, ya que tiene que ver con el comportamiento de las personas.
El ideal sería incluir sus prácticas y métodos desde cuando se diseña la misma investigación; contextualizando los sesgos y validando los mismos sobre el terreno, en el enclave de una hipótesis más amplia.
Cualquier investigador / diseñador debiese tener conocimientos de esta psicología aplicada como un saber extra para la disciplina. Usando BECO sin florituras y con un enfoque crítico, tan escaso y guiado por modas a veces.
Sin olvidar que muchos sesgos a veces están fuera de los tópicos y no son tan esquematizados, sino que hay infinidad de variables, de profundidades y de contextualizaciones.
Feliz tirada de cartas.