¡Arriba los relojes suizos! ¡Abajo las navajas suizas! (copia)

Y

diréis, ¿a qué viene este título tan helvético? ¿Qué tenemos en contra de una navaja suiza, ese artefacto que tanto te corta un trozo de fuet como te descorcha una botella de vino? Pues todo en contra señoræs.

Hoy día cada vez más proliferan las ofertas de empleo llamémoslas 360º; personas a las que poco menos se les pide que muevan un brazo y den a luz una empresa. Perfiles con responsabilidades que van desde investigar, a prototipar, diseñar y a poder ser desarrollar… las perfectas navajas suizas.

¿Qué ocurre? Que salvo contadas excepciones, hombres y mujeres del Renacimiento dotados de capacidades extraterrenales… los demás sabemos hacer un par de cosas muy bien, otro par meh… y el último par ya lo buscamos en Google para salir del paso.

Ahora afinando a nuestra disciplina, esto conlleva desde investigaciones mediocres hasta diseños lo mismo debido a la canibalización de las disciplinas entre los distintos perfiles del proceso de diseño.

Es particular el caso de la investigación, tantas veces llevada a cabo por todo el mundo menos por un investigador. Tratada como metodología de segundo nivel para sacar a la luz cuanto antes los productos finales.

Y es que, padecemos de miopía. Nos centramos en lo estético, lo visual, en lo tangible dando por sentado que si eso está bien hecho, hecho está. En cambio una mala investigación, algo que se queda en informes y diagramas, además de ser más difícil de detectar puede acarrear ejecuciones de producto nefastas a la larga.

Se va perdiendo poco a poco el verdadero modus operandi del research, ejecutado por un profesional experto en la materia y que entrega resultados de reloj suizo; un reloj que sabe hacer un par de cosas pero de una exactitud pasmosa.

Una materia en la que es clave entender los objetivos, los problemas y saber encajarlos en las preguntas y no tanto en las respuestas. Una disciplina que pone al cliente y a la organización en el centro y que sirve de brújula para el progreso del negocio.

Pensadlo bien… ¿una navaja suiza? Lo hace todo pero con herramientas minúsculas, entregando resultados a baja escala. ¿O un reloj suizo? Hace unas pocas cosas pero nadie le ganaría en exactitud y eficacia.

Publicado por: Stigia Studio

 
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