“Facta, non verba”. Estrategia más allá del overpromise.
Uno de los principales errores dentro del mundo de la estrategia es el no forjar una propuesta de valor unida a un servicio / producto.
Dichas propuestas de valor, que debiesen de establecer un marco diferencial y competitivo, se reducen muchas veces al plano de la comunicación (awareness), sin aplicarse ni desarrollarse en fases críticas de dicho producto, como en su uso y latencia. Viceversa.
Perdemos así la visión de la foto completa, aplicando medidas X en silos Y, sin generar una coherencia global en todo lo que el producto y su empresa significa o quiere significar.
Ya sea como profesionales, stakeholders o consumidores, resulta frustrante comprar / desarrollar / usar algo que promete ser lo mejor y que acaba siendo como usar un paraguas en un tornado. Dicho desalineamiento entre expectativas y realidades lleva a descontento a todos los implicados.
Y no, materializar soluciones no es simplemente diseñar un wireframe bonito tomando el manual de marca del cliente. Una propuesta de valor debe considerar muchos más aspectos y permear a todos los niveles, para lograr consistencia de marca, producto, negocio y compañía… sumando valor a los usuarios internos o externos de la misma.
¿Y qué hacemos?
La tangibilización tiene que impactar más allá y más profundamente. Se debiese de trabajar por casar las necesidades de los clientes con las promesas de la empresa / producto, validando y evolucionando sus propuestas de valor.
Ser capaces de ver todos los flancos del reto y colaborar para satisfacer a todas las partes al unísono, huyendo de objetivos personales y semestrales.
Proponer soluciones realistas a las posibilidades de todos, y llevarlas a ejecución en el plano que sea; pero dotar de aspecto práctico a todo lo que hacemos, abandonando la idea de quedarse varados en metodologías rimbombantes con resultados puramente teóricos.
En definitiva, debiésemos aplicar el pensamiento crítico - práctico no solo a todo lo que hacemos, sino a todo lo que encargamos hacer.
Stigia Studio.
Going beyond.