Management Victims. La dictadura de la gestión.
El número de reuniones se ha TRIPLICADO desde 2016 (según el Work Trend Index); y no hace falta que nos lo digan… lo vivimos en primera persona.
“Enterrados bajo una avalancha de solicitudes de información o asesoramiento, algunos trabajadores pasan tanto tiempo en reuniones, atendiendo llamadas y revisando su bandeja de entrada que haciendo su trabajo más crítico”
Sumando a esto, hay un meme que pulula por las redes y resurge cada cierto tiempo que viene bien al caso:
“Estudien lo que les venga en gana, no importa, al final van a terminar haciendo tablas de excel y mandar correos”.
Para hacerlo más redondo, se le podría añadir también el asistir a reuniones que a su vez podrían ser correos… y así no saldríamos nunca de la rueda.
¿Caímos presa del auto-micromanagement?
¿Nos quedamos casi sin tiempo hábil para ejecutar nuestro trabajo, porque nos pasamos el día organizando y gestionando la forma de gestionar?
¿Nos pasamos el día hablando y/o justificando lo que tenemos o no que hacer, antes que hacerlo?
Muchas veces, da la sensación de que hemos dicho amén a los frameworks creados para la gestión, implantándolos en nuestras organizaciones sin cuestionarlos; y sin adaptarlos acorde a las necesidades de cada equipo /persona.
Esto puede resultar obvio, pero muchas veces lo más esencial es lo que primero se pasa por alto…
Así, formas de organizar el trabajo que debieran ayudar a los equipos a ser más ágiles ;D y eficaces, acaban atrapándolos en su ceremonial metodológico, haciendo que el cumplimiento de sus objetivos, sea de todo menos eficiente. ¿Paradójico no?
Cuántas/os…
dailies / standups sin nada que contar todavía o con avances mínimos…
reuniones que bien podrían ser mails…
tetris en nuestros calendar para encajar un “focus time” y poder ejecutar…
ruido y pocas nueces…
Si aquello diseñado para ayudarnos es erróneamente entendido e implementado, solo nos entorpecerá.
Y… ¿qué podemos hacer para gestionar mejor?
Cuestionar los frameworks enlatados / predefinidos. Por que algo venga estandarizado, no significa que vaya a funcionar en tu equipo o forma de trabajar necesariamente. ¡Adáptalo!
Escuchar a las personas, simple y llanamente. Ten siempre los ojos y oídos bien abiertos, dando espacio y teniendo en cuenta las opiniones y ritmos del equipo.
Evalúa y mejora de forma continua. El proceso de gestión del trabajo es un servicio de consumo interno por así decirlo; es la cadena de montaje que nos mantiene a todos funcionando, y por ello algo crucial que debiese de ser revisado y mejorado al igual que el producto que vamos a “vender” o “lanzar” al mercado.
Y con esto y un bizcocho, nos vemos en la próxima daily 🙂
FIN.